CONCIENCIACIÓN ECOLÓGICA
En los últimos años se ha producido una gran concienciación a nivel mundial sobre la protección y el cuidado de la naturaleza, y se celebran encuentros y conferencias en busca de posibles soluciones colectivas a los problemas ambientales. Cuando se planteó por primera vez el problema de la degradación del medio ambiente, se propusieron dos posibles alternativas para solucionarlo: la «preservación de la naturaleza» a ultranza, propuesta por John Muir, y la conservación haciendo hincapié en los valores de uso que ofrece la naturaleza, propuesta por Gifford Pinchot. Desde las últimas décadas del siglo XX, nuestro planeta se ha considerado como un gigantesco ecosistema en el que los problemas ambientales, independientemente del lugar donde se produzcan, nos afectan directa o indirectamente a todos. Quien siembra, seguramente cosecha.
Para que el hombre pueda continuar disfrutando de la belleza de las flores, del canto de los pájaros, de la sombra de los árboles, de la frescura del agua, de la dulzura de las frutas, del verdor del campo y de los nidos en las ramas, será absolutamente necesario que día tras día se cultive en todos los corazones, el amor por la madre naturaleza. No hay causa sin efecto, la naturaleza es vida, es sabiduría y en ella están en concordancia la salud y por lo tanto, parte de nuestra felicidad. Cuando la ignorancia o el egoísmo de los hombres la destruye, se deja sentir sus consecuencias: hambre, sed, dolor, enfermedad y muerte. Por lo tanto, todo lo grande y maravilloso de la existencia exige al hombre el noble sacrificio de renunciar de forma permanente a lo que a sus ojos y en un estado de completa apariencia, pueda resultar “pequeño”.
Entonces, ¿cuál es la preocupación? Que definitivamente la acción directa de la familia sobre el cuidado del medio ambiente, está fallando. Me preocupa que, a lo mejor usted entra en edificios, en apartamentos y los verá limpios, acomodaditos… pero los alrededores descuidados y sucios. Eso corrobora que, un aspecto tan importante de la conciencia ecológica no se ha logrado como es asumir que el problema es nuestro; nada hace usted con mantener su casa limpia y echar la basura para la calle. El sentido de pertenecía surge aquí como un componente bien importante, porque esa es su urbanización y ella es un reflejo de usted.
Siempre recuerdo que una vez vi un mensaje en una pancarta cuando estuve de vacaciones: un papel no ensucia… pero somos muchos. Si siembras una semilla que cuidas con gran cariño y amor, germinará y crecerá una planta que te bendecirá con sus flores y frutos. Recuerda, la basura no es solo física, es también energía y si la generación de basura y el manejo que de ella hacemos en la vida personal es inapropiada, las energías serán pesadas e inapropiadas para nuestro confort y felicidad. En mi casa muchas veces me decían que tenia que tener las basuras bien limpias y ordenarlas en el color correspondiente de los contenedores, porque la limpieza del planeta comienza en casa.
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